En el oficio de tonelero, cada detalle cuenta. La selección del roble, su curado, el tostado… son etapas que influyen en la crianza del vino, su estructura, su complejidad y su equilibrio. En la Tonnellerie Saury, esta atención al detalle dio lugar, desde el año 2000, a un proceso de pretostado hoy bien conocido por los profesionales: la inmersión.
El proceso por inmersión consiste en sumergir la barrica de roble “en rosa” en un baño de agua caliente a más de 80°C. Esta etapa permite que la madera se impregne de agua, facilitando su curvado y preparándola para el tostado. Al salir del baño, la barrica se curva de forma tradicional y adopta su forma definitiva.
¿La principal ventaja de la inmersión? Suaviza los taninos más duros mediante un efecto de lavado. El agua elimina los compuestos más agresivos, conservando la esencia noble del roble. De hecho, un estudio realizado por el Laboratoire Exact en 2014 demostró una disminución del 37 % en la cantidad de elagitaninos en la madera después del paso por inmersión.
Este procedimiento complementa el lavado natural del duelas en el parque de secado.
A continuación, viene la etapa esencial del tostado (también llamado “bousinage”). El tonelero ajusta con precisión la intensidad del tostado: Ligero, Lumière, Medio Largo, Lumière+, Medio, Medio+, o Largo, según el estilo de vino deseado y las expectativas específicas de los viticultores o clientes. El objetivo: un tostado suave hasta el corazón de la madera gracias al efecto caloportador del agua, que permite una evaporación progresiva del agua contenida en el roble, controlando al mismo tiempo los aromas.
En cata, esto se traduce en vinos de boca armoniosa, marcada por una gran suavidad, un toque de dulzor y menos amargor. La fruta se resalta, refrescada por el aporte del roble, y el vino se enriquece con sutiles notas de vainilla, especias o tostado, según el grado de tostado aplicado.
La inmersión y el tostado son dos etapas esenciales en el proceso de fabricación de una barrica de roble. En la Tonnellerie Saury, cada barrica es el fruto de un trabajo minucioso: selección de la madera, tiempo de secado natural (mínimo 20 meses), origen del roble y perfil de tostado son variables que permiten una personalización precisa, adaptada a las necesidades de cada viticultor.
No dude en contactar con su comercial de Saury para recibir asesoramiento personalizado.
Fotografía : Christophe Deschanel